miércoles, 16 de junio de 2010

Escuela-comunicación

“La comunicación es pues la acción de poner en común, de ponernos de acuerdo para coordinar la acción.” Al leer esta definición, pareciera tan sencillo llevar a cabo la comunicación, sin embargo, al decir poner en común, ponerse de acuerdo, es complicado, ya que por los diferentes modos de actuar, pensar y sentir no todo el tiempo logramos comunicarnos adecuadamente, también porque no somos totalmente competentes para comunicarnos. Generalmente buscamos mejorar aspectos débiles en nosotros pero difícilmente lo hacemos en la comunicación, damos por hecho que lo sabemos hacer, pues con el simple hecho de hablar pensamos que nos estamos comunicando. La mala comunicación ocasiona problemas en las relaciones humanas y obstaculiza cualquier acción, es por ello la importancia de la relación escuela- comunicación, e integrar de manera exitosa los recursos personales, psicológicos y pedagógicos para que no repercutan de manera negativa en el proceso de enseñanza-aprendizaje de los estudiantes.

En el aula, uno de los elementos que en ocasiones falla en el proceso comunicativo y por el cual no logramos comunicarnos eficientemente es la retroalimentación y continuamos con un emisor y un receptor, sin interacción bidireccional y por ende problemas en el desarrollo de las actividades y en la construcción del conocimiento. Así mismo, los comportamientos no verbales en el aula tanto del docente como de los estudiantes repercuten de manera positiva o negativa, según sea el caso, facilitando u obstaculizando el aprendizaje de los estudiantes. Mientras haya un buen ambiente anímico y emocional, con relaciones cordiales en el aula, el estudiante tendrá confianza para expresar lo que piensa y siente, cimentando bases sólidas que le permitan actuar e influir en su realidad, pues no podemos pretender formar jóvenes críticos y propositivos si desde el aula los limitamos.

Es trascendental analizar el uso de los instrumentos tecnológicos y didácticos en la clase, este análisis permitirá hacer uso adecuado de ellos, llevar a cabo una medición pedagógica pertinente, capaz de promover y acompañar el aprendizaje de los estudiantes, para que realmente el estudiante construya los conocimientos. De a cuerdo también a sus competencias desarrolladas, el docente podrá tener una visión más amplia del uso de la tecnología y materiales didácticos en la clase e innovar su labor. La formación y actualización constante del docente le dará más elementos y herramientas para cumplir las funciones de comunicador y problematizador, promoviendo una educación de mejor calidad, acompañando de manera adecuada al estudiante en el proceso de su formación integral. Recordemos que la docencia exige del profesor no sólo responsabilidad en la formación académica, sino también ser un buen ejemplo en los aspectos morales, sociales y afectivos.